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    “A competir con el nivel casero”

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    Cada vez que la Selección Nacional inicia un desafío deportivo a nivel internacional activa la ilusión de los 11 millones de bolivianos, al margen de las limitaciones de toda índole que se fusionan en la preparación de los futbolistas.
    La Copa América de Brasil se convertirá en el primer gran examen de un remozado plantel al mando de Eduardo Villegas, el técnico más ganador del país que intentará sacar a flote sus pergaminos en una primera experiencia en el banquillo de la Verde.
    La expectativa de los futboleros del país con respecto al equipo de todos disminuye cuando nos sumergimos en la cruda realidad del nivel de juego que se practica en nuestra liga, la menos competitiva entre las diez asociaciones afiliadas a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
    Eduardo Villegas dio señales de renovación al dejar de lado a jugadores experimentados de la talla de Ronald Raldes, Juan Carlos Arce y Carlos Saucedo -alguno de ellos reclamados por la afición-, a fin de brindar oportunidad a jóvenes que brillaron este semestre en la División Profesional, entre ellos Rubén Cordano, José María Carrasco, Roberto Fernández, Ramiro Vaca, Paúl Arano, Leonardo Vaca y Henry Vaca, a los que se suma Adrián Jusino, quien fue premiado con la convocatoria pese a sumar pocos minutos en el Bolívar campeón del torneo Apertura 2019.
    ¿Muchos se preguntan cuál será la fortaleza de Bolivia en la Copa América 2019? Eduardo Villegas respondió que la actitud y el espíritu de lucha de sus pupilos pueden ‘maquillar’ la palpable debilidad de un equipo al que pretende dar orden en defensa, buen trato de balón en el mediocampo, además de sorpresa y efectividad en ataque.
    Las posibilidades de avanzar de ronda en la Copa América son remotas, puesto que Bolivia aparece con el rótulo de ‘Cenicienta’ en un grupo A que se completa con Perú, Venezuela y el anfitrión Brasil.
    Con un plantel ‘alimentado’ con jugadores del fútbol profesional (solo Luis Haquin, Alejandro Chumacero y Marcelo Martins juegan en el exterior del país), y sin caer en falsas expectativas, sólo resta esperar el ‘buen papel’ que suelen prometer los futbolistas bolivianos al competir fuera de nuestras fronteras, ya que con el nivel casero es difícil enfrentar a selecciones vecinas repletas de jugadores que militan en ligas de primer mundo como la europea.
    Que el amistoso ante Francia haya servido de experiencia para muchos jóvenes que buscan ratificar su nivel técnico en la Verde, además de haber dado un pantallazo en cuanto a ritmo de juego de lo que será el torneo más antiguo de selecciones en Brasil.

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