Ser parte de una maratón es un compromiso muy importante para una marca como VillaSanta que pregona la pureza y perfección, atributos que la representan. Es por ello, que ponemos a consideración ciertos consejos que los deportistas deben valorar, seguir y respetar en una actividad deportiva exigente como una maratón.
La alimentación e hidratación son pilares básicos para garantizar el buen rendimiento de un deportista; una buena estrategia de hidratación es fundamental, si falla la hidratación, aparece la deshidratación y una maratón requiere un esfuerzo intenso que conlleva deshidratación involuntaria. Por esta razón es muy importante mantener el cuerpo hidratado antes, durante y después del esfuerzo.
Las semanas previas hay que equilibrar y mantener una buena hidratación; el día de la carrera es recomendable beber al menos medio litro de agua en las dos horas previas, y antes de salir, un pequeño buche. Durante la carrera, no hay que dejar pasar ningún avituallamiento. Se trata de dosificar la ingesta de agua en pequeños tragos pero constantes, dependiendo qué tan larga es tu carrera y, por supuesto beber agua antes de llegar a sentir la sensación de sed. Beber agua una vez que se tiene sed provocará que nuestro cuerpo tarde un tiempo en llegar al nivel óptimo de hidratación por lo que, durante ese tiempo, el deportista se sentirá más cansado, aparecerán dificultades de concentración y atención, podrá ver perjudicado su rendimiento y, sobre todo, su salud.
Por esta razón, los expertos insisten en beber agua antes, durante y después de cualquier práctica deportiva, más aún si se trata de una maratón, donde se puede llegar a eliminar, a través del sudor, varios litros de agua.
Importante:
• El agua es el componente más abundante del organismo y esencial para la vida.
• El agua es un nutriente que no aporta calorías.
• La pérdida de un 10% del agua corporal supone un riesgo para la salud.
• La cantidad total de agua se mantiene dentro de unos límites muy estrechos debido a un equilibrio entre el volumen de líquido ingerido y el eliminado por el organismo.