La disciplina y la perseverancia han hecho de Pablo Miranda Chavarría (21) una constante en su vida. Desde los cinco años práctica kárate en la escuela Dojo Miranda que fundó su padre Reynaldo Miranda en la Villa Primero de Mayo.

Pablo Miranda ha participado en varias competencias hasta consagrarse campeón nacional en varias categorías. También ha perdido muchas peleas que le han servido para retarse y seguir entrenando más fuerte y alcanzar un mejor nivel en este duro deporte.
En 2015 participó en el Dream Cups Brasil 2015, en 2019 representó a Bolivia para el Mundial de Tokio (Japón), evento donde compitió en la categoría Open, participación que le demandó un entrenamiento de siete meses en Brasil patrocinado por la Organización Sudamericana de Kárate ShinKyokushin (Sako).
2022 promete ser un año de grandes desafíos para el atleta que participará en el Mundial de ShinKyokushin, en la categoría por pesos, que se realizará en Polonia en septiembre, evento al que asistirán solo dos atletas sudamericanos, uno de Brasil y el otro de Bolivia que es Pablo Miranda, que han sido convocados por la Organización Sudamericana de Karate ShinKyokushin (Sako) con sede en San Pablo (Brasil).

Participar en este evento deportivo lo llena de motivación y desafíos, aunque no tenga resuelto el financiamiento para cubrir el pago del boleto aéreo, el hospedaje y la alimentación. “Un deportista de elite debería de contar con el apoyo del Gobierno, para cubrir los gastos de entrenamiento, alimentación y nutrición, ya que representamos al país”, expresó el deportista que trabaja de forma temporal en Coopaguas.
Entrena en el gimnasio, practica boxeo y trota de 19:30 hasta las 20:00 para después dar clases de kárate ShinKyokushin hasta las 22:00, en la escuela que funciona en su domicilio en el barrio 18 de Marzo.
La familia Miranda llegó al barrio 18 de Marzo en 1982, compraron un lote baldío y ahí construyeron su casa, donde funciona la escuela de Kárate.
