Un centro de cuidado personal puede ser una buena inversión o una forma de armar un negocio a partir de un oficio o actividad personal (cosmetología, peluquería, podología, etc.). Se trata de un sector en desarrollo que acompaña las modas, y en el que siempre surgen novedades e innovaciones.
Algunas claves para emprender en este particular sector:
• Un público claro.
Los salones de belleza, spas, saunas, peluquerías y otros emprendimientos orientados al cuidado y el bienestar personal pueden apuntar a un público muy diverso. Ya no se trata exclusivamente de peinados y tratamientos para «señoras», sino que la estética ha llegado a otros segmentos (jóvenes, niños, niñas y adolescentes, y una creciente cantidad de hombres, y ha ampliado sus técnicas y especialidades (spa de manos, tratamientos reductores, depilación definitiva, maquillaje para fiestas, alisados químicos, etc.). Tener una propuesta concreta para un destinatario claro te permitirá enfocar tu negocio y lograr clientes habituales que además realicen recomendaciones.
• Impacto visual.
¿Cómo establecer desde la marca y el local un vínculo con los clientes habituales? De las características de tu público objetivo dependerá en gran parte la decoración del local, la cartelería y el diseño de tu logo. Para un público joven e innovador podrías pensar en grandes fotografías con figuras de moda, peinados no tradicionales, colores y accesorios que contrasten con el entorno. Si los clientes son más clásicos, lo mejor será ambientar en colores claros, combinaciones con madera, y elementos que muestren elegancia. Para niños, no hay como juegos, sillones con formas atractivas y dibujos en las paredes que no sólo comuniquen el perfil del negocio, sino que mantengan la atención de los chicos durante un corte de pelo.
• Sonidos, aromas y comodidad. Otros acompañamientos sensoriales, además del primer impacto visual, ayudan a crear una atmósfera positiva para que tus clientes se sientan cómodos, disfruten la experiencia y se retiren contentos.
Prestá atención a camillas, sillones, toallas, batas y otros accesorios. También dependerá de cuál sea tu público particular, pero no olvides tener en cuenta aspectos como una buena iluminación, temperatura templada en todos los ambientes, música suave de fondo y aromas agradables.
• Orden y limpieza. Un detalle que condiciona toda la experiencia del cliente: es clave mantener el espacio limpio y ordenado, cumpliendo además con toda la normativa particular en cuanto a higiene y seguridad. Los clientes buscan un espacio de relajación y una falla los hará sentir incómodos.Fuente: www.buenosnegocios.com