Por : Lic. Isabel Vargas
Docente
Entre protestas de rechazo y observaciones a los contenidos de la nueva currícula educativa, por parte de los maestros, analistas y sectores quienes tienen que ver con la educación, el próximo primero de febrero inician las labores escolares en todo el país. El currículo contiene nuevos contenidos que los maestros tendrán que desarrollar en el proceso educativo con la comunidad estudiantil en los niveles inicial, primaria y secundaria, así lo ha determinado el Ministerio de Educación.
Esta imposición de las autoridades educativas ha generado descontento y desconfianza en diversos sectores de la sociedad boliviana, por una parte, los maestros expresan su descontento porque consideran que las autoridades educativas decidieron la malla curricular con unos cuantos sectores afines a su conveniencia y que no hubo consenso con ellos, es decir, no fueron tomados en cuenta, al final son ellos quienes concretizarán este modelo educativo, y lo harán con improvisación y sin la preparación respectiva para llevar adelante estos lineamientos curriculares.
Cómo se podrá mejorar la educación con un currículo maquillado para que parezca que tenemos una súper educación, para que el mundo crea que el modelo educativo boliviano es la solución a las desigualdades de toda la vida, no hay cosa más absurda pensar que podremos mejorar como sociedad con un currículo con parches. Veamos un caso en el nivel primario, algunos de los contenidos a desarrollar son: introducción de lengua originaria y extranjera, actividades económicas en comunidad, ajedrez, juegos rítmicos, lectura musical no convencional, nociones de estadística, origami y teoría básica de robótica. No me cabe en la cabeza en qué tiempo desarrollará el maestro estos contenidos, si apenas, en la práctica, tiene tiempo para desarrollar la lecto escritura en los niños, cuando desde sus normas educativa el Ministerio de Educación prohíbe que se les pida material a los padres de familia porque según ellos es un atentado a la economía deficiente de los progenitores.
En secundaria la situación es peor; los contenidos que propone el currículo son extremadamente superfluos, como: regulación de emociones, mesas de diálogo, tipos de violencia, modelo económico, ajedrez y juegos de mesa, lectura y escritura de ensamble musical, pisos ecológicos, gestión integral de residuos y electrónica y programación básica.
Es una total falacia, pensar que los maestros tendrán el suficiente tiempo para abordar tanto contenido cuando la carga horaria para las áreas exactas como matemática, química o física son escasas en la semana, apenas pueden desarrollar contenidos esenciales, además los gobiernos municipales ni siquiera hacen esfuerzo para equipar los laboratorios de las unidades educativas, argumentando que no tienen recursos económicos, el cuento de siempre, cuando los hechos de corrupción se ventilan al día en la administración pública.
Por otra parte, analistas pedagogos, los mismos maestros, padres de familia consideran que la coyuntura actual se valdrá de este instrumento educativo para desarrollar una forma de adoctrinamiento en la comunidad estudiantil, con el fin de propagar su ideología. Esta situación no está lejos de la realidad porque la carga horaria de un maestro de quinto y sexto de secundaria de Ciencias Sociales es de 32 horas semanales, por encima de Química y Física que apenas tienen 8 horas semanales cómo podemos desarrollar aptitudes científicas en los estudiantes con tan pocas horas.
Como podemos ver uno de los contenidos del currículo es el tema “Modelo Económico”, me pregunto qué modelo se estudiará en las aulas, el actual y por qué no se tendría que estudiar todos los modelos económicos. La situación de desconfianza es mayor si observamos los textos escolares que el Ministerio de Educación entrega a las unidades educativa, introduce una visión doctrinaria, partidaria y nada objetiva de la realidad. Qué tipos de debate generará el maestro cuando le están imponiendo contenidos de carácter doctrinal.
Lo cierto es que hay una improvisación total en la manera como se están introduciendo estos nuevos contenidos en la nueva currícula, es posible que se hayan reunidos todos los sectores sociales, como lo indican las autoridades educativas, para llevar adelante la selección de estos contenidos, pero no lo hicieron con proyección, ni con un fin de impacto y de verdad atacar el mal en la educación; si queremos ser como las sociedades exitosas, el cambio tiene que ser profundo para que se dé una reestructuración mental, lo que nos hace falta a las sociedades como la nuestra.
En educación, para que podamos mejorar, es prioritario que el currículo debe estar centrado ante todo en el ser y posiblemente en el decidir porque es ahí donde el niño y el adolescente se fortalecen en su ser, en su yo y de esa manera formar excelentes seres humanos para la sociedad, no simplemente repetidores de conocimiento; para coadyuvar en la formación del ser, tenemos que dejar de tener leyes tan permisivas y piadosas, que ni siquiera se las cumplen, cómo pretendemos cambiar cuando hoy los padres justifican los malos actos de sus hijos y culpan a los maestros del mal rendimiento escolar de sus hijos, más aún cuando las autoridades educativas apoyan este mal accionar de los padres. Con simples contenidos improvisados no se logrará una sociedad con personas que comprendan, piensen, cooperen y contribuyan de manera activa y democrática al desarrollo económico, político y social.
Mejoraremos como sociedad cuando los responsables del poder público dejen su mezquindad y asuman que la educación tiene que ser una política de estado, no partidaria, de lo contrario seguiremos en el mismo camino.