El desarrollo de las sociedades no solo se mide por el crecimiento de sus obras e infraestructuras civiles, se mide también por su índice de desarrollo humano, educación, salud y baja mortalidad infantil, es por ello, que cuando hablamos de salud necesariamente tenemos que resaltar el papel que juega el deporte dentro de este elemento. En la presente edición especial, hemos querido destacar el esfuerzo que realizan los presentes actores involucrados en sendos proyectos deportivos en favor de la Villa, muchos de ellos trabajan bajo el manto de un trabajo silencioso, de escaso rédito publicitario y por ende son receptores de un débil y marginal apoyo del sector público y privado, en la implementación de sus diferente proyectos; sin embargo, hay que destacar que este adverso escenario, lejos de desmotivar a los actores del fútbol, le ha despertado más bien la iniciativa, la inquietud y la creatividad para buscar la sostenibilidad, siendo la pasión por el fútbol el principal condimento y el combustible que no les permite que se frenen en la búsqueda de cumplir sus objetivos deportivos o metas.
Andrés Romero. – (Impulsor de la escuela de fútbol Los Andes). Es el promotor de que se declare embajadores del deporte de las ciudadelas al Club Torre Fuerte y es el actual director de marketing del proyecto Talento Export. Cuando la práctica del fútbol se inculca de manera disciplinada desde la infancia y juventud, el futbol se convierte en un deporte para la vida, porque ese ser humano en la madurez, fruto de ese sano hábito, seguro gozará de más salud por la misma actividad física, seguro que tiene menos posibilidades de inclinarse a otro tipo de actividades disfuncionales para la sociedad, en la práctica aprende valores, como la solidaridad, el compañerismo, la competitividad y disciplina.
Manuel Molina y Alaín Ojeda.- Son los visionarios que hace menos de una década crearon el Club Torre Fuerte, a puro pulmón tal cual gladiadores y frente a las adversidades lograron llegar a la máxima categoría de la ACF. Siendo así el primer y único equipo de las ciudadelas en lograr esta meta.
Willy Saucedo- DT. Desde 1990 la escuela de fútbol Los Andes, con el eslogan Un niño en las canchas es un niño menos en las calles, ha formado un sinnúmero de camadas de futbolistas en divisiones menores, siempre por vocación propia, ahora junto a los padres se han fijado una meta a corto plazo bastante ambiciosa, recaudar lo necesario que les permita afiliarse a la ACF.
Alaín Niño de Guzmán -director deportivo de Talento Export.- Considera que a los jóvenes se le debe brindar la oportunidad de mostrarse y probarse fuera de nuestras fronteras, él es un convencido de que entre los 15 y 16 años ya se identifica si el fútbol es el oficio al que deben dedicarse íntegra y profesionalmente los jovenes, lamenta que en fútbol boliviano, no exista renovación, lo que redunda en escasas oportunidades para la sangre joven del fútbol, con mucho pesar tenemos que ver debutando a los 29 y 30 años a jugadores poseedores de excelentes condiciones. Por ello es que su proyecto a diferencia de la mayoría, no pretende escalar peldaños en los escalones del fútbol nacional, busca probar y mostrar jóvenes promesas del fútbol, pero en el extranjero.
Profesor Marco Zambrana, a través de la materia de educación física, ha trasmitido por más de 25 años sus enseñanzas en el deporte en diferentes colegios fiscales particulares y de convenio de la Villa, conocido por su inagotable inquietud deportiva siempre al lado de sus alumnos, se los ve en diferentes compromisos deportivos de fútbol o fulbito en categorías varones y damas, sean estos plurinacionales, distritales, intercolegiales y barriales, actualmente tiene un emprendimiento propio denominado escuela de fútbol Bertha Cuéllar que funciona en el barrio San Juan.
Miki Loaiza.- Poseedor de una habilidad innata reservada solo para un 10, ídolo en su momento en el club San José y Blooming, un ciudadano con profundos valores cristianos, un villano de pura cepa, un deportista que habiéndose retirado del fútbol profesional, decide transmitir sus experiencias y conocimientos a las nuevas generaciones a través de su escuela de futbol Dios es el Crack, con más de 150 niños en diferentes categorías que funcionan en el barrio Los Totaíses, actualmente debutara con la máxima categoría de su escuela en la 3ra de ascenso de la ACF.