“Hace muchos años, cuando trabajé en el Plan Regulador del municipio cruceño, conocí el tema de la Villa Primero de Mayo, que se había realizado un asentamiento campesino y eso nos puso en grandes dificultades porque la mancha urbana no llegaba a la Villa e inicialmente no tuvo aceptación. Sin embargo, al comprobarse que era un asentamiento genuino y legal se incorporó la Villa y pasó a ser parte del radio urbano. Ahora, la planificación debe responder a la dinámica de la zona. Tiene que pensarse en la ciudad a partir de su gente. Si hay una fuerte migración andina y dedicada al comercio informal, esa fuerza económica debe ser encaminada en la planificación para tener una ciudadela ordenada”.