Inés Rojas Mancilla es mama de Jael Fiorella (8), una niña que nació con Escoliosis Congénita, por lo que sus costillas o vértebras no se están formando normalmente, provocando una curvatura en su columna vertebral, que, en lugar de estar recta se ha torcido hacia un lado, la cual le provoca deformidades y asimetrías corporales, con el pasar del tiempo también le está dificultando la respiración, por lo que se hace necesario que sea intervenida quirúrgicamente lo más pronto posible.
Pero, Fiorella tiene la fortuna de contar con una mama que ante el abandono de su pareja decidió cargarse de fuerzas y luchar para restablecer su salud, ha tocado muchas puertas y ha vencido miles dificultades, pero nunca perdió la fe y siempre está a la espera del milagro de la sanación.
Inés trabajaba como contadora en una empresa y se vio obligada a renunciar a su trabajo para dedicarse completamente al cuidado de su pequeña que requería de una atención especial, por lo que consigue ayuda de familiares y amigos para viajar a Argentina en busca de una cura, los especialistas evalúan el grado de escoliosis de la pequeña y le comunican que necesita una cirugía para corregir la curvatura de la columna, pero Fiorella no contaba con el peso ideal para ser intervenida inmediatamente, asistió a centros nutricionales y cuando logró pesar 10 kg empezó la crisis económica y la dejaron en la lista de espera, porque los materiales eran subvencionados por el Gobierno argentino.
Mientras tanto, Fiorella crece lentamente, al pasar el tiempo su curvatura se va notando más, pero su desarrollo cognitivo es normal, es muy inteligente, comenta con mucho orgullo su madre.
El temor de los médicos era que no pudiera caminar, pero la pequeña sorprendió a todos y empezó a dar sus primeros pasos, a emitir sus primeras palabras que se convirtieron en la fuerza y energía que necesitaba Inés para no desfallecer en su propósito.
Actualmente, Fiorella es una niña vivaz, cursa el tercero de primeria en el colegio Fe y Alegría Santa Cruz de la Sierra, es buena alumna, tiene la autoestima alta, no se siente diferente, actitud que le ha permitido integrarse fácilmente.
“Tenía mucho temor que los niños se burlaran de ella por la forma de su espalda y su bajo peso, pero no es así, sus compañeros la quieren mucho y la tratan como una niña normal”, expresó Inés, quien comenta que la enfermedad ha ido avanzando y requiere una cirugía de emergencia, ya que la curvatura en la columna vertebral ha reducido el espacio dentro del pecho, lo cual dificulta el funcionamiento correcto de los pulmones y hace que la caja torácica presione los pulmones, dificultando su respiración.
En 2020, médicos del Shriners Hospitals for Children de Estados Unidos, un centro de atención pediátrica que proporciona atención y procedimientos avanzados para afecciones y lesiones ortopédicas y neuromusculoesqueléticas, seleccionaron a Fiorella, pero surgió la pandemia por el Covid -19, frustrando nuevamente la esperanza de corregir la curvatura de los huesos de su columna y evitar que la enfermedad siga empeorando el estado de su salud.
Actualmente está a la espera de cumplir nuevamente con los procedimientos para que sea intervenida en Estados Unidos, los médicos le informaron que necesitará varias cirugías hasta sus 18 años, porque a esa edad terminan de crecer los huesos.
Fiorella es consciente de su enfermedad y con su mamá todos los días esperan el milagro de su sanación.