La agrupación los Villanos VIP tomó protagonismo en la lucha por la democracia convocada por el Comité Cívico, bajo la presidencia de Luis Fernando Camacho Vaca, un hombre de fe y de principios, que fue capaz de levantar a todo un pueblo que fue ultrajado por el poder político que penetró todas las esferas del Estado. Gracias a esta lucha, donde participó activamente la población boliviana, se logró la anulación de las elecciones, la renuncia de Evo Morales y Álvaro García Lineras. La Villa, ante un cabildo de 200.000 almas, fue la primera en animarse a gritar: que se vaya Evo y que se anulen las elecciones.
Unos cuantos gatos locos en la jerga cruceña se hace uso de esta oración cuando se refiere a un minúsculo grupo de personas, habla popular que usaron despectivamente algunos dirigentes tradicionales de la Villa Primero de Mayo, para dirigirse aquellos jóvenes que decididamente se la jugaron desde un principio por la defensa de los valores de la democracia, poniendo el pecho y la cara, sin saber y sin importar que ocurriría 21 días después, pero estuvieron firmes y se jugaron su vida y el futuro de sus hijos.
Con esa puntualización entro en materia, en la ciudadela Primero de Mayo, donde habitan arriba de 300.000 habitantes, dispersos geográficamente en 110 barrios, por lo que cobra notoriedad, pues tiene más población que muchos municipios, provincias e incluso departamentos en Bolivia, además a esta abismal población se le suma un elemento de carácter electoral, que da a este popular barrio una notoriedad fulminante, evidenciando también que el MAS como herramienta política no ganó nunca una contienda en territorio villano, sea esta a escala nacional, subnacional, referendo, constituyente, ni 2/3, incluida la última elección general 2019, anuladas por fraudulenta en todos sus procesos, cuya irregularidad fue ratificada por la Organización de Estados Americanos (OEA), por lo que me atrevo a calificar la Villa como la muralla de contención contra las hordas masistas del Plan 3.000, es decir, la barrara de la democracia estratégicamente ubicada.
El gran líder de esta Lucha, Luis Fernando Camacho, presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, elige la Villa Primero de Mayo, para lanzar la convocatoria para acatar el paro indefinido en toda Bolivia, en la decidida búsqueda de frenar el proyecto totalitario de Evo Morales y la defensa de la democracia, es en este preciso escenario que entran en escena los Villanos VIP, una fraternidad muy tradicional que aglutina a una muchachada, cuya generación fue la década de los 90’ y los 2000, mismos que habían decidido días atrás dejar de lado sus actividades sociales y sus diferencias políticas partidarias, para ponerse de manera uniforme la polera de la lucha por Bolivia y su democracia, son estos jóvenes mujeres y hombres que toman la batuta de esta lucha, se organiza un junte de expromociones, con una respuestas increíble de más de 50.000 personas que exigen la organización de un cabildo, este último logró concentrar a más de 200.000 villanos, las determinaciones de este cabildo aunque parezca difícil de creer (hay grabaciones y registros de periódicos) exigía en primer lugar la anulación de las elecciones fraudulentas, renuncia de Evo Morales y de los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Fuimos los primeros en pedir esas medidas drásticas, modestia aparte, incluso antes que ningún Comité Cívico de Bolivia, este pedido no se hizo en una conferencia de prensa, se lo hizo frente a 200.000 personas, en este encuentro que hemos calificado como el gran cabildo histórico de los villanos.
El crecimiento exponencial de los ciudadanos voluntarios que se brindaron a apoyar en 63 puntos de bloqueo, en las radiales, anillos, avenidas principales y barrios de nuestro distrito 7, obligó a que los jóvenes formemos un mega grupo de coordinación y apoyo recíproco que lo denominamos Resistencia Primero de Mayo, que creció, creció y creció en número, en voluntad y en sacrificios durante esos 21 días de incansable lucha, destacamos el rol de los jóvenes y su participación activa, pero es justo reconocer la gran labor desempeñada por las madres de familias en el funcionamiento de las ollas comunes, ese compromiso de vecinos y familias enteras, hombres y mujeres de diferentes edades que estuvieron firmes e inclaudicable en esta lucha colectiva por la democracia, inequívocamente si hay alguien que se pueda endosar esta victoria en la recuperación de la democracia es el pueblo boliviano en su conjunto.
Se inició una limpieza de la Casa Grande, es decir, nuestro Estado y todas sus instituciones se encuentran en un proceso de desintoxicación, será difícil y complejo, más no imposible desmontar toda una estructura de corrupción que había copado todos los poderes del Estado, es imperativo devolver la independencia de poderes a las diferentes instituciones de Bolivia, deberán ser decisiones acertadas sin exacerbaciones regionales que permitan el reencuentro de la sociedad en su conjunto.
La sociedad civil a través de sus manifestaciones aportó hasta donde le correspondía, ahora es la clase política la que deberá actuar a la altura de las circunstancias, el pueblo está atento y deberá actuar sin cálculos y con probidad, pues toda una sociedad está pendiente de sus acciones, lo urgente pasa por: convocar a nuevas elecciones, conformar un nuevo tribunal supremo electoral, limpiar el padrón, definir nuevas y transparentes reglas del proceso electoral, todo aquello redundará en la pacificación de Bolivia en su conjunto, el escenario socio político necesita que el próximo Gobierno sea fuerte y esa lectura debe ser correctamente recogida por los partidos políticos, es decir o se dejan de sus mezquindades y avaricias partidarias y estructuran un solo bloque fuerte o nos van a regalar cinco años de ingobernabilidad y convulsiones permanentes en nuestro país, la historia los conmina a actuar con responsabilidad.
La limpieza en la Casa Chica, en nuestra Villa Primero de Mayo, en los últimos 25 años, se gestó y se consolidó un dañino proyecto de poder, que se adjudicó sin reparos la administración de absolutamente toda la institucionalidad de nuestra ciudadela, donde todos los espacios de las instituciones villanas, además de los cargos de representación política y los espacios en la administración pública correspondientes a nuestro distrito, pasaban por una especie de visto bueno de quien se creyó el dueño de la Villa, aquel que sin haber nacido, crecido y ni siquiera vivido en este hermoso barrio.
Uno de los peores efectos causados por esta dañina acción, fue privar y postergar la emergencia de nuevos liderazgos de esta populosa zona, sin contar la cantidad de ciudadanos que se quedaron con las voces embargadas.
En este párrafo no quiero referirme ni por si acaso a aquellas familias enteras que se beneficiaron de este proyecto maquiavélico, con una complicidad egoísta, sumisa y silenciosa, pero por sobre todo, irresponsable con su ciudadela y sus habitantes.
Esos cuatro gatos locos, que actuaron con hidalguía y compromiso, ya no se van a callar más, ahora parecen haber amplificado sus maullidos y han logrado unificar un sentimiento adormecido en los habitantes de toda la Villa Primero de Mayo, un sentimiento que indica que es tiempo de los gatos, aquellos felinos que deberán recuperar para su ciudadela absolutamente a todas sus instituciones, siempre es bueno que los gatos habiten la casa, porque así se pueden hacer cargo de las dañineras de las ratas.
“La sociedad civil a través de sus manifestaciones aportó hasta donde le correspondía, ahora es la clase política la que deberá actuar a la altura de las circunstancias”
COMPROMETIDOS POR LA VILLA. Esta fotografía retrata a los luchadores por la democracia en Bolivia, faltan algunos, pero estos rostros se la jugaron y dieron todo sin rendirse jamás