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    Los desafíos y la transformación que debe tener la educación superior

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    Carlos E. Perrogón Ayala

    Decano Académico de la Unifranz

    El desafío más grande al que debe enfrentarse la educación superior es olvidar casi en su totalidad la manera como venía formando a los profesionales y no porque el proceso formativo haya estado mal, sino porque respondía a una necesidad distinta a la que actualmente tenemos y que nos está cambiando para siempre.

    Los actores del proceso formativo en la educación superior: docentes y estudiantes, estaban acostumbrado a una presencialidad rutinaria, que nos acortaba nuestra visión como profesionales, porque era casi iluso pensar que podíamos competir en condiciones iguales con profesionales de otros países y que podamos prestar nuestros servicios al otro lado del mundo sin salir de nuestra casa.

    Otro de los desafíos es nuestra capacidad de adaptación al uso de las herramientas y tecnologías actuales, fruto de todos los cambios a los que nos enfrentamos durante la pandemia, este sin duda se ha convertido en el reto más grande porque la pandemia nos sacó de nuestra zona de confort y nos lanzó a lo desconocido.

    Este escenario desconocido hizo que en nuestro país se clausure el año escolar, no solo por los riesgos de la salud y las carencias de nuestro sistema de salud, sino porque no teníamos la capacidad técnica de utilizar los recursos y herramientas didácticas necesarias; sin embargo, fueron las universidades las primeras en iniciar el proceso de adaptación, sobre todo, aquellas que ya venían experimentando nuevos escenarios de aprendizajes como la Universidad Franz Tamayo.

    Y el otro desafío, talvez el más lindo, es imaginarse el futuro, porque nos exige creatividad y capacidad de innovación, que combinado con la fuerza de la vocación de servicio, que tienen todos quienes trabajan en educación superior, permite vislumbrar mejores días para nuestro mundo.

    Sin duda, esta pandemia se ha convertido en la oportunidad más grande para la transformación de la educación en su conjunto, porque nos hizo parar, visualizar y diagnosticar nuestra realidad para luego darnos cuenta de la necesidad de equiparnos, aliarnos, empoderarnos y renovar las fuerzas que mueven nuestra pasión. Estos son algunos de los pasos que hay que dar en un proceso de transformación de la educación, muy bien descritos por Xavier Aragay en su obra “Reimaginando la Educación”.

    Para concretar el proceso de transformación de la educación superior, está claro que los primeros pasos lo deben dar los principales actores: docentes, estudiantes, ejecutivos, padres de familias y autoridades gubernamentales, entre otros actores. 

    La transformación de la educación superior ya está en marcha, un claro ejemplo son los nuevos escenarios de aprendizajes virtuales que son totalmente diferentes a lo que conocíamos. El mercado laboral también mutó y se está adaptando a la virtualidad. 

    Hay que tomar en cuenta que fruto de la pandemia se ha creado nuevos sectores empresariales que exigen nuevas competencias profesionales y es por estas exigencias que la educación superior tiene la obligación de concretar su proceso de transformación.

    Los desafíos están dados, la invitación está hecha, la decisión es nuestra, no hay otro camino que ser los protagonistas de la transformación de la educación superior.

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