Marroquinería Fernández es una pyme cochabambina que produce billeteras, monederos, cinturones, carteras, bandoleras, llaveros, chamaras y faldas, productos que son comercializados en el mercado nacional.
María Ramírez que dirige la empresa familiar pide a la sociedad boliviana valorar y consumir los productos hechos en Bolivia con la finalidad de fortalecer, incentivar la producción por lo tanto la generación de empleos.
“Es hora de que el boliviano consuma y valore lo nuestro, solo así podremos crecer y competir con otras marcas extranjeras”, instó Ramírez, quien trabaja en la empresa con la ayuda de sus seis hijos.
Innovar en calidad, realizar diseños creativos con una variedad de precios fueron los trucos de la microempresaria Ramírez, quien conquistó el mercado cochabambino y se expandió a Potosí, Sucre, La Paz, Tarija y Santa Cruz, logrando consolidar la marca de la marroquinería que fue fundada por su padre hace 27 años.
“Como productores nacionales debemos pedir el consumo de lo nuestro, pero también debemos esforzarnos por entregar un buen producto con el precio justo”, destacó Fernández, cuyos productos son elaborados con cuero fino y son distribuidos al por mayor y menor.
Actualmente, la Marroquinería Fernández está establecida legalmente y obtuvo reconocimiento y certificaciones de las curtiembres, además del trabajo manual logró tener maquinaria necesaria para su producción, por ello, trabaja con la ilusión de exportar sus productos, aunque está consciente que no será tan fácil, pero con trabajo y esfuerzo cree que será posible.
“Hay que arriesgar, perseverar y ser corajudo para hacer negocios”, señala Ramírez, al pedir a las autoridades controlar la competencia desleal y el contrabando.