Nicolás Castellanos deja de presidir la Fundación Hombres Nuevos

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En Hombres Nuevos nos sorprende la Navidad, entre recuerdos y esperanzas, entre sueños y realidades, añorando la utopía del Dios que se hace presente en la humanidad. Pero, que aparece en lo más vulnerable y marginal, entre animales y acompañado por “los nadies”.
En Hombres Nuevos, la Navidad nos hace pensar, nos obliga ha revisar nuestros criterios, la forma de ver la vida, de entender y ubicarnos en este mundo, parece satisfecho de todo, pero insatisfecho en el hondón del ser.
El mundo está en quiebra existencial de valores, hemos integrado en el sistema y en nuestra propia vida que lo que cuenta es ser importante, tener y acumular dinero, títulos, posesiones, influencias… Ahí parece que se concentran nuestras aspiraciones, proyectos, luchas, afanes, terreno propicio para crear un mundo en conflicto, violencia y soledad. Llegamos a la conclusión que el “poder” y el “dinero” nos deshumanizan.
En Hombres Nuevos traducimos la Navidad en iniciativas, en pequeños relatos liberadores, para que a través de ellos hagamos lo que Dios en Jesús hace al entrar en la historia, humanizar, humanizarnos.
En la cueva de Belén Jesús plantó su cátedra de humanidad y su lección inaugural nos pone en el reverso de la historia, habitada por los pobres, excluidos, lo descartable y lo desechable. Jesús viene trayéndonos a Dios, que es ternura, amor, belleza, alegría, bondad, ganas de vivir, de ser – con – nosotros – y para los demás. Y a la fuerza de la bondad del compartir, no acumular, nos ponemos en camino de la más entrañable humanidad, como pueden ser las cenas de la Nochebuena y noche vieja para ancianos del Plan 3.000, en dura y cruel soledad.
Esta es la mística, el patrimonio de humanidad, el signo de Emanuel, “Dios con nosotros”, el patrimonio de Hombres Nuevos que hemos ido amasando durante 26 años, a pesar de nuestro barro, fragilidad y debilidad.
Nos alienta en el camino: “Solo Dios basta”.
Yo hasta aquí he llegado, entre consolaciones y desolaciones, noches oscuras y levantes aurorales, entre torpezas y atisbos de luz. Ya solo me resta desde el silencio y la oración, acompañar y dejar espacio a gente más joven, dinámica y emprendedora. Mujeres nuevas en la punta de Hombres Nuevos.
Al final de nuestra jornada, reconocemos agradecidos: “Siervos inútiles somos” (Lc. 17, 7), que hicimos lo que creíamos que teníamos que hacer y concluyo con el Poverello d´ Assisi, que sirve para los que empiezan ahora en Hombres Nuevos: “Poco y nada hemos hecho, comencemos hermanos”.
Todo es don y todo es gracia, y, a pesar de nuestra fragilidad hemos sido agraciados. Y al llegar aquí recuerdo el hacer de Jesús y una inspiración de León Felipe. La noche en que Jesús prometió la compañía de su espíritu, fue la noche en que lavó los pies a sus discípulos. Y esa es la tarea de Hombres Nuevos, lavar los pies de todos los excluidos. Sin olvidar que porque optamos por Jesús, optamos por los pobres.
Recuerdo también aquel “prologuillo” del Poeta León Felipe, luz en el camino para leer la historia desde Dios. Nadie fue ayer, ni va hoy, ni irá mañana,por este mismo camino, que voy yo. Para cada hombre guarda un nuevo rayo de luz el sol…Y un camino virgen
Dios.
Al final “Jesús es Jesús”, que lo es todo y solo la misericordia del Señor nos salva.
“Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas. No te acuerdes de los pecados, ni de las maldades de mi juventud, acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor”. (Salmo 24.
En mi itinerario de vida busqué agradar a todos, no lo conseguí, pero yo no pensaba en mi propio provecho, sino en el gozo de los demás, porque nos gozamos de que le agrade lo que es bueno, por el provecho que le reporta y no por el honor que nos reporte a nosotros… Decía el apóstol “procuren contentar en todo a todos, como yo por mi parte procuro contentar en todo a todos” (San Agustín, Sermón 47, 12 – 14).
Esta ha sido la mística, el ideario resumido que os dejo en herencia y entrego con todo el cariño. Y antes de entregar el testigo, os indico el camino de discernimiento que he seguido
Mi servicio de presidente de la Fundación Hombres Nuevos es vitalicio, según los estatutos de la Fundación (artículo 17); sin embargo, he pensado, rezado y decidido, como vengo haciendo toda mi vida, de Prior y Provincial de los Agustinos, de Obispo de Palencia, de director general del Proyecto Hombres Nuevos, de párroco solidario de la parroquia Hombres Nuevos y presidente de la Fundación, que pasado un tiempo razonable en un servicio, dar paso a las nuevas generaciones.
He tenido como criterio inspirador aquel sabio principio de San Agustín: “Solo preside el que sirve. Lo he practicado siempre y me ha ido muy bien. Cuatro años de director del Seminario Menor San Agustín de Palencia, cinco años de Provincial de los Agustinos, 13 años de Obispo de Palencia (1978-1991), 23 años de párroco solidario en la parroquia Hombres Nuevos en Santa Cruz , 14 años de Director del Proyecto Hombres Nuevos en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), y desde el año 1999, que empezó la Fundación Hombres Nuevos hasta Noviembre de 2018, presidente de la Fundación Hombres Nuevos.
He aplicado y aplico la temporalidad en los servicios.
Las cosas no se hacen de repente. Antes de dejar un servicio encomendado y asumido le debe preceder un tiempo de discernimiento, a base de oración y diálogo, hasta llegar al consenso y decisión tomada colegialmente. El pensamiento siempre tiene que preceder a la decisión o acción.
Así ha sucedido aquí. En 2016, planteé este tema en la reunión de patronos, en la fraternidad y en el Proyecto Hombres Nuevos en Bolivia.
Sorprendió de entrada, dada mi buena salud, pero pasados los 80 años creo que llegó el momento del diálogo y discernimiento para nombrar al nuevo presidente de la Fundación.
Durante dos años hemos estado en discernimiento tanto con los patronos de la Fundación como con la Fraternidad y voluntarios de Hombres Nuevos, para hacer el relevo del presidente y buscar el perfil adecuado y las condiciones de la nueva presidenta de la Fundación Hombres Nuevos.
Se pensaba en una persona relativamente joven, disponible, identificada con el proyecto, competente, con ganas, acompañada de un grupo de mujeres y hombres, sobre todo mujeres dinámicas, emprendedoras y comprometidas ya con los pobres e implicadas en el Proyecto Hombres Nuevos. Que tuviesen capacidad de innovación, de abrir nuevas metas de emprendimiento, iniciación social para seguir reduciendo las fronteras de la pobreza, un signo claro de que el Reino acontece. Un elemento esencial de toda evangelización es la promoción integral de todo el hombre y de todas las mujeres para seguir reduciendo las fronteras de la pobreza. Hacer una escuela, un hospital es evangelizar, es humanizar, como hizo Jesús que dedicó su vida a curar enfermos, a dar de comer al hambriento, a cuidar las relaciones humanas para una buena convivencia.
La filosofía de Hombres Nuevos humaniza y evangeliza a través de la educación, la salud, el deporte, la cultura del ocio y tiempo libre, la música, el teatro… y en la punta del alma el totalmente otro, el trascendente, Dios, pero el Dios de Jesús, que es padre, madre, misericordia, ternura. “Sean misericordiosos como el Padre es misericordioso”.
Lo cual nos lleva al otro elemento de lo fundamental cristiano “Tuve hambre y me diste de comer, estuve enfermo y me visitasteis”. Y para dar continuidad al proyecto, si es que tiene que continuar, pues solo Dios basta, he nombrado presidenta de la Fundación Hombres Nuevos a Marta Sánchez Mediavilla, licenciada en Filología Inglesa y Máster en Comunidades Europeas, que ha crecido con el Proyecto. Es hija de Gregorio Sánchez, el vicepresidente de la Fundación, desde que empezó y de Carmela Mediavilla, la gran animadora, colaboradora y mecenas, junto con su hermana Cloti del Proyecto Hombres Nuevos.
Creo que Marta Sánchez Mediavilla, amiga mía desde que era adolescente, capaz, competente, abierta, es la llamada a ser mi sucesora. Había muchas puertas abiertas y al final se cerraron todas y solo quedó abierta la de Marta.
Desde el día 13 de noviembre, es la presidenta de la Fundación Hombres Nuevos, que se fundó en 1999. Queda en buenas y excelentes manos la Fundación.
Nicolás Castellanos Franco Osa
Fundador de la Fundación Hombres Nuevos

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