La Copa América 2019 está a la vuelta de la esquina. Los aficionados al fútbol en Bolivia se aprestan a seguir los partidos de nuestra Selección y renacen la esperanzan, los pálpitos… ¿clasificará la Verde a la segunda fase? ¿Le hará frente a Brasil, Perú y Venezuela?
Podemos ir coincidiendo en que no hay torneo fácil para Bolivia en estos últimos años. Básicamente, porque en el concierto sudamericano nuestra Selección se encuentra en el fondo del ranking, según lo establecen las tablas de posiciones de las eliminatorias a la Copa del Mundo en la última década.
Partir desde el fondo es un punto en contra. A eso hay que sumar que el nivel del campeonato boliviano también está en desventaja con el resto del continente, tanto en lo deportivo como en lo económico. Y el bajo nivel a nivel de clubes se refleja en la Selección. Es como un círculo vicioso, del que cuesta salir.
También hay puntos a favor. Como la calidad innata del futbolista boliviano, que tiene un gran nivel técnico. En algunos casos, ese talento ha sido mejorado con el escaso trabajo que hay en divisiones menores. También se tiene cada vez más entrenadores formados, y han llegado algunos DT extranjeros que aportan para el repunte. Para que llegue el tiempo en que la buena campaña de Royal Pari a nivel internacional deje de ser la excepción.
En cuanto a los rivales, el 14 de junio se tiene a Brasil para el debut. El equipo auriverde llega con la obligación de ganar los tres puntos para ir empedrando el camino al título como le exige su hinchada, dolida tras las malas campañas en las recientes versiones de la Copa del Mundo. También pesa en contra la sequía de más de una década sin ganar la Copa América.
El segundo rival que depara el fixture es Perú, el 18 de junio en el mítico Maracaná. Se trata de otro rival mundialista, que hizo una campaña más que aceptable en la Copa del Mundo de Rusia. Mantiene al entrenador Ricardo Gareca, que a la base del cuadro mundialista le ha ido agregando nuevos convocados. Perú ha recuperado esa esencia de juego con balón al piso, de ataque en triangulaciones, con orden en todas sus líneas. Y tiene a Paolo Guerrero con sed de revancha, tras la suspensión por dopaje.
El tercer rival es Venezuela, para el 22 de junio en Belo Horizonte. Viene en permanente evolución, fruto de un trabajo organizado de su dirigencia, que comenzó a cosechar resultados con el actual entrenador Rafael Dudamel y la campaña de la Sub 17 en 2013. Cuatro años después, el proceso tuvo frutos con el tercer puesto en el Mundial Sub 20. Diez jugadores de ese equipo forman parte del plantel que ahora cierra prácticas en EEUU, con tres amistosos. Es el equipo de los Rondón, Rincón, del arquero Faríñez, figuras emergentes de una remozada Venezuela, que ya no es más la ‘Cenicienta’ de Sudamérica.
“No hay torneo ni grupo fácil para nuestra Selección”
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