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Santa Cruz de la Sierra
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    Parroquia María Asunta acompaña el progreso

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    La historia de la Villa Primero de Mayo está ligada a la parroquia María Asunta que está situada desde hace 32 años en la acera oeste de la plaza principal del popular barrio, porque han caminado juntos en la fe católica y siempre estuvo al lado de los feligreses con los servicios sacramentales, pastorales y sociales, en diversas capillas, centros educativos (guarderías) y de salud, expresó padre Rodolfo, sacerdote franciscano que también destaca la presencia del hospital Hernández Vera que es obra de la Iglesia Católica, dirigido por las Hermanas Cruzadas Evangélicas.
    En sus inicios la parroquia era una capilla, situada en el mismo lugar, que era atendida por los hermanos franciscanos y por las comunidades religiosas femeninas, posteriormente nacieron las parroquias Sagrados Corazones, atendidas por sacerdotes diocesanos y una cuasi parroquia, ubicada
    en el barrio Comifag, que no pertenece a la Villa, pero era atendida por la parroquia María Asunta.
    La parroquia siempre estuvo asistida por una comunidad de sacerdotes religiosos. Posteriormente la familia franciscana decidió, hace algunos años, adquirir un terreno para construir el seminario que está en la calle siete y es para los jóvenes que dan sus primeros pasos en la vida religiosa (los postulantes).
    La parroquia María Asunta tenía una infraestructura pequeña, pero gracias a la ayuda de los fieles y de diversas instituciones nacionales e internacionales se ampliaron los ambientes, se construyó el templo parroquial. Desde sus inicios fue atendida por religiosos fundadados por san Francisco de Asís, por lo que es conocida internacionalmente, además recibe visitas de personas religiosas y laicos de distintos países de América y el mundo.
    “El hecho de ser franciscanos, la gente nos tiene un cariño muy grande, que ha perdurado siempre; también hemos estado muy asistidos, visitados por nuestros pastores, es decir, el Arsobispo de la Diocesis y los Obispos Auxiliares, quienes asistían a las funciones importantes, como ser la fiesta patronal, confirmaciones y algunas confraternizaciones de la comunidad”, destacó el religioso que agradeció a la comunidad porque nunca les faltó material para el templo y siempre se han sentido protegidos por ellos.
    Por otro lado, resaltó la participación de los jóvenes y los niños en las distintas celebraciones y actividades parroquiales, como también la presencia en los actos religiosos y acción pastoral de los distintos grupos que forman parte de la parroquia.
    Al finalizar, el sacerdote agradeció a Dios y a la Virgen de la Asunta por las bodas de oro de la Villa y ha su gente porque juntos han crecido en la fe, han caminado guiados por la alegre Noticia del Evangelio y se han acompañado en momentos felices y difíciles.

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