1Madre supercontroladora. Son madres que creen que deben controlarlo todo para asegurar el bienestar de sus hijos. Son madres que tienden a sobreproteger a los pequeños para que no les pase nada, intentan solucionarlo todo y se anticipan a las decisiones.
2 Madre absorbente, posesiva. Es el tipo de madre que necesita a sus hijos. Este tipo es similar al anterior, pero no igual. En este caso no es tanto la necesidad de controlar como de saber lo que hacen los hijos, lo que piensan, lo que quieren, y tratar de absorber su tiempo.
3Madre perfeccionista y exigente. Son madres que ven todas las virtudes de sus hijos y están orgullosas de ellas. Por esta razón tratan de explotar al máximo las virtudes de su hijo, llegando a límites demasiado exigentes. Por un lado es bueno enseñar al niño a sacar lo mejor de sí mismo y aprender a superar las dificultades, pero debemos aprender a hacerlo basándonos en el proceso y no en el resultado. Este tipo de madres deben aprender a respetar la opinión e intereses de sus hijos.
4Madre compañera, cómplice. Este tipo de madre intenta ocupar un papel de amiga, de compañera, de cómplice en la vida de sus hijos. Pero nuestros hijos no necesitan una amiga, necesitan una madre. Es importante saber ser amiga de nuestros hijos, pero sirviendo de modelo y manteniendo el estatus de madre.
Ser madre es una fascinante misión a la que muchas mujeres se enfrentan. En muchas ocasiones las madres se pueden preguntar cuál es la mejor manera de educar, criar y cuidar a los hijos, pues no existe una receta única, son muchas las opciones y todas ellas son válidas.
Conócete a ti misma: ¿con qué mamá te identificas? Saber qué tipo de madre eres te puede ayudar a conocerte, comprenderte, ser capaz de potenciar tus virtudes y disfrutar de la maternidad.
Ser madre implica una relación especial entre madre e hijos, una relación que se apoya en un vínculo afectivo, que se basa en un instinto de amor incondicional y se manifiesta en la crianza y educación, así como en la provisión de cuidados.