¡Oh… Vallegrande querido!
Jamás podré olvidarte
porque en tu tierra he nacido
hasta la tumba he de amarte.
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Eres la gran descendiente
de la nobleza de España
provincia sobresaliente
la historia cuenta tu hazaña.
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Que coraje y civismo
luchaste con insistencia
contra el colonialismo
hasta lograr tu independcncia.
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La pujanza y tu gente
hizo un vergel en el camino
la constancia aún es vigente
en busca de tu destino.
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Si hay tristeza no dudemes
en cantar coplas y kaluyos
y al cielo le recordamos
que somos hijos tuyos.
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Invoco con fe y tradición
cuando cometo una falta
de rodillas una oración
a nuestro señor de Malta.
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Vallegrande de mi añoranza
desde el día en que partí
no pierdo la esperanza
de volver algúa día a tí.