Después de expresar muchas veces mi pesimismo por el sistema educativo porque al final todos estamos inmiscuidos y en parte somos culpables de que la educación no aporte para el logro de una sociedad próspera, eficiente y ordenada. Por primera vez aplaudo una decisión certera del Ministerio de Educación en favor de la educación. Al finalizar la gestión escolar 2023, la población vio a través de las Redes Sociales y los medios de comunicación tradicionales cuando 13 estudiantes de una unidad educativa, quienes cursaban el sexto de secundaria reprobaron, perdiendo el año escolar, inmediatamente los propios padres manifestaron su rechazo al proceso de evaluación llevado adelante por el colegio; de acuerdo al Ministerio de Educación, los maestros presentaron todos los descargos justificando su labor y que esas eran las calificaciones reales de los jóvenes estudiantes.
Considero que fue una decisión positiva que sentará un precedente a tanto abuso y acoso a los maestros por parte de los padres de familia, quienes en estos tiempos, consideran a la escuela un enemigo para sus hijos. Ellos se han mentalizado que es el maestro quien aplaza y que los estudiantes no tienen culpa alguna; con tantas normas favorables al no esfuerzo, a las mil oportunidades, a la pereza, etc. Por fin una luz verde en el camino; los maestros cada que concluye la gestión escolar, en muchos casos, conocen por primera vez a los padres después de tantas convocatorias que ellos no dan importancia porque creen que la educación de sus hijos no es su responsabilidad. Cuando la Resolución Ministerial N° 0473/2021 de 20 de agosto de 2021, que aprueba el Reglamento de Evaluación del Desarrollo Curricular del Subsistema de Educación Regular, en el artículo 10, inciso VI, inciso B indica que los padres deben “Realizar seguimiento permanente y continuo a la formación de sus hijas e hijos promoviendo el cumplimiento de los deberes escolares y dialogando sobre sus aprendizajes”.
Los padres al igual que sus hijos no reflexionan, más bien se molestan porque consideran que venir al colegio es un perjuicio para su tiempo de trabajo.
“Considero que fue una decisión positiva que sentará un precedente a tanto abuso y acoso a los maestros por parte de los padres de familia, quienes en estos tiempos, consideran a la escuela un enemigo para sus hijos. Ellos se han mentalizado que es el maestro quien aplaza ”….
Cada año al concluir la gestión escolar en los colegios se vive una odisea porque los padres de familia se presentan en las unidades educativas a exigir una explicación sobre el por qué del aplazo a sus hijos, además a pedir oportunidades y que se les apruebe porque se está vulnerando los derechos de sus hijos, haciendo aparecer certificados psicológicos, argumentando violencia psicológica por parte de los maestros y si no logran sus objetivos amenazan con denuncias.
Esta situación no le hace nada bien al país porque con esta actitud de los progenitores formamos una sociedad sin educación y poco progresista. Los padres, quienes son los primeros formadores, están dando un pésimo ejemplo a sus hijos sobre los valores de responsabilidad y esfuerzo para lograr las metas. La escuela es el primer lugar, después de su hogar, donde el individuo aprende a vivir en sociedad y a cumplir las normas de convivencia y las leyes.
Cuando un estudiante reprueba, la actitud del padre debería ser de reflexión, analizar en qué falló como padre y cuál es la razón para que el estudiante esté desmotivado y no sea consciente de que está forjando su futuro con sueños y aspiraciones.
La actitud del progenitor debería ser de explicar a su hijo las consecuencias del poco esfuerzo y no olvidar que en un par de años ese niño o joven será el reflejo de lo que recibió en la familia y en la escuela, los maestros sin querer queriendo se convierten en cómplices de este mal accionar de los padres, por eso, en la actualidad vivimos en una sociedad poco ambiciosa, conformista y desordenada. Al final es el reflejo de la educación.
